martes, 1 de septiembre de 2015

CÓMO ENFRENTARSE CON EL EXAMEN DE HISTORIA DE LA FILOSOFÍA DE LA PAEU.

 Cuestión 1:
Se trata de explicar el sentido del texto.
Lógicamente para explicar el texto primero hay que entenderlo. Para ello hay que tener estudiado el sistema filosófico del autor cuyo texto estamos analizando.
Una vez comprendido el texto vamos a explicarlo, tratando de seguir los siguientes pasos:
1. Lo contextualizamos: para ello podemos hacer algunas de las siguientes cosas (o todas): (1) Situamos a su autor en una época (Grecia clásica, baja Edad Media, siglo XVIII, etc. (2) Señalamos las influencias que recibe, la escuela a que pertenece (racionalismo, empirismo, etc.) o el movimiento intelectual en el que se encuadra (ilustración). (3) Señalamos algo acerca de la obra a la que pertenece el texto (acerca de su importancia o acerca de qué trata). (4) Señalamos su influencia en autores o corrientes posteriores.
La contextualización no debe ser muy larga, hay que dar mucha información pero con pocas palabras.
2. Presentamos el texto: a continuación explicamos en pocas palabras de qué trata el texto: es decir, cuál es el problema (o problemas) de que trata o cuál es la tesis (o las tesis) que defiende. Hay que concretar, no vale hacer afirmaciones de carácter muy general (tales como: trata de la teoría del conocimiento de Hume, de la política de Aristóteles, de la teología de Tomás de Aquino, etc.).
3. Finalmente explicamos el texto: para ello:
-A. Debes explicar el texto, no limitarte a hacer un resumen.
-B. Debes plantear tu exposición como si tuvieses que explicar el texto a alguien que tiene suficiente capacidad intelectual pero que no conoce la obra del autor del texto en cuestión.
-C. No debes pasar del texto. Si el texto trata un tema concreto no debes ponerte a hablar de cuestiones que no tienen relación alguna con él.
-D. Si el texto es muy denso en contenido (es decir, si dice muchas cosas) debes centrarte en lo que dice el propio texto (aunque hagas referencias a otras cuestiones de la obra general del autor). Si, por el contrario, el texto tiene poca densidad de contendido (es decir, dice pocas cosas) debes buscar la forma de ponerlo en relación con la obra general del autor, para que el corrector vea que dominas el tema.
-E. Cuando en el texto se pueden diferenciar partes (ideas, temas, argumentos, problemas), es mejor explicarlas por separado, con una presentación del tipo: En el primer párrafo el autor está haciendo una crítica a ... En el segundo párrafo ..... O: Las tres primeras líneas tratan de mostrarnos ....
Cuando, por el contrario, el texto está muy centrado en una idea, tema o argumento, lo que suele ser habitual en los textos de la PAEU dadas sus reducidas dimensiones, quizá sea más pertinente dar una explicación global.

Cuestión 2:
El corrector tiene que evaluar aquí tu capacidad para analizar términos y comprender su sentido. Debes tener en cuenta una serie de puntos:
1. Se trata de analizar los términos, no de dar una simple definición de los mismos.
2. Si los términos tienen un sentido filosófico preciso dentro de la obra del autor del texto debes aclarar ese sentido, dando explicaciones rigurosas y amplias (tal sucede con términos como dialéctica, opinión, inteligencia discursiva, Ideas, etc., en la obra de Platón; o términos como sustancia, movimiento, acto, regímenes correctos, etc., en la obra de Aristóteles; etc.).
3. Otras veces los términos no tienen un sentido filosófico específico, pero sí tienen un sentido preciso dentro de la obra del autor. En ese caso debes descubrir, a partir de la lectura atenta del texto, qué sentido les da el autor cuando los está utilizando y explicar ese sentido. (Tal sucede, por ejemplo, con las expresiones "componer la mente" y "pertenecer a la mente" que aparecen en el & 29 del texto de Hume).
4. Otras veces los términos tienen un sentido muy general, dado que no tienen un significado filosófico preciso ni un significado específico claro dentro del texto en que aparecen. En este caso lo único que puedes hacer es, a partir del sentido que el término tiene en castellano, echarle ingenio para ponerlo en relación con el texto o la obra general del autor.

Cuestión 3:
Se trata de desarrollar un tema general (por ejemplo, la teoría de los dos mundos en Platón: mundo sensible y mundo suprasensible, la física aristotélica, las vías tomistas, etc.)
Aquí el corrector tratará de evaluar tus conocimientos. Para ello debes tener en cuenta que:
1. Debes hacer una exposición amplia del tema. Si ves que el tema de esta cuestión da muy poco de sí trata de establecer relaciones entre ese tema y otras cuestiones de la obra general del autor.
2. Antes de contestar a una pregunta piensa un momento en todo lo que sepas que tenga que ver con esa pregunta (aunque en tus textos o apuntes se encuentre desperdigado en varios apar­ta­dos). Luego exponlo ordenadamente (y si es una pregunta excesiva­mente amplia, resumido, de modo que aparezca lo fundamental).

Cuestión 4:
Se trata de que relaciones la obra de un autor indicado con la obra de otro autor o corriente de tu elección. Aquí el corrector trata de evaluar tu capacidad para relacionar entre sí diversos sistemas filosóficos. No debes, por lo tanto, limitarte a exponer la obra de un autor y a continuación la de otro, sino mostrar en qué coinciden, en qué divergen, etc. O bien las críticas que uno hace al otro en relación a un determinado tema.

Notas finales:
1. Ten en cuenta que el corrector no te conoce ni tiene ni idea de qué sabes o qué no sabes, por lo que no puede dar por sentadas cosas que a lo mejor da por sentadas tu profesor del instituto. El corrector solo puede juzgarte, pues, por lo que tú escribas en el  examen.
2. Cuida la coherencia. El que en una respuesta aparezcan afirmaciones contradictorias entre sí es casi peor que dar una respuesta equivocada; pues denota, no solo que no sabes lo que se te pregunta, sino tam­bién, que no sabes razonar.
3. Cuida la expresión: procura ser claro y conciso; pon ejemplos; pro­cura escribir sin faltas de ortografía.
4. Cuida la presentación: deja márgenes, no emplees bolígrafos de colores, emplea una caligrafía legible y responde a las preguntas por orden.

5. En caso de duda es mejor escribir de más que de menos. Esto es, si no estás muy seguro de si en un tema debes o no hablar de ciertas cuestiones, habla de ellas. Eso sí, si no sabes si lo que vas a decir es correcto o una barbaridad, mejor no decir nada. Un error se hace notar más que la falta de algo.

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