martes, 1 de septiembre de 2015

DESCARTES: Discurso del método. Cuarta Parte.

«Finalmente, considerando que los mismos pensamientos que tenemos despiertos pueden también ocurrírsenos cuando dormimos, sin que en tal caso sea ninguno verdadero, resolví fingir que todas las cosas que hasta entonces habían entrado en mi espíritu no eran más ciertas que las ilusiones de mis sueños. Pero advertí en seguida que aun queriendo pensar, de este modo, que todo era falso, era necesario que yo, que lo pensaba, fuese alguna cosa. Y al advertir que esta verdad -pienso luego soy- era tan firme y segura que las suposiciones más extravagantes de los escépticos no eran capaces de conmoverla, juzgué que podía aceptarla sin escrúpulos como el primer principio de la filosofía que buscaba.»
CUESTIONES:
1. Sitúe el texto en su contexto histórico-filosófico, identifique el problema a que responde y su temática, y exponga la o las tesis que sustenta y los argumentos que emplea. (Valoración 0-2,5 puntos).
2. Analice y explique el significado de los términos o expresiones subrayados en el texto y muestre su sentido. (Valoración 0-2,5 puntos).
3. Las reglas del método y la duda metódica. (Valoración 0-2,5 puntos).
4. Exponga las relaciones de semejanza o diferencia de Descartes con otro autor o corriente filosófica. (Valoración 0-2,5 puntos).

Cuestión 1:
● El texto pertenece al Discurso del método, la obra más conocida de Descartes.
Descartes es un filósofo y científico francés que vive a comienzos del siglo XVII, claramente influido por la revolución científica del Renacimiento y en especial por la concepción de la ciencia que nace con Galileo.
A su vez, la influencia que ejerce el propio Descartes en el pensamiento europeo posterior será enorme. Como matemático crea la geometría analítica, como físico pone las bases de la cinemática, como filósofo es el fundador del racionalismo (movimiento filosófico que sostiene que la razón es la única fuente válida de conocimiento, con independencia de la tradición, la fe, o la experiencia) y de la filosofía moderna (caracterizada por el subjetivismo o idealismo, es decir, por sostener que la realidad no se conoce directamente sino a través de las ideas generadas en la propia mente).
● En el texto se plantea el problema de cómo encontrar un saber seguro, un fundamento para el conocimiento que no pueda ser destruido. Y concluye que ese saber seguro se encuentra en el principio «pienso, luego existo», que se convertirá en el primer principio o fundamento de todo el saber.
● Esta necesidad de encontrar un saber seguro surge como consecuencia de que en la época de Descartes se está viviendo una auténtica revolución científica que lleva a echar por tierra ciertos saberes que se tenían por tales desde la época de Aristóteles. Esto lleva a Descartes a preguntase si no pasará lo mismo con la nueva ciencia que se está construyendo en su época. Por eso considera que lo prioritario es encontrar unos principios que sean evidentes, y que, como tales, nadie pueda tirar por tierra en un futuro.
Para encontrar tales principios considera que lo que hay que hacer es llevar la suposiciones de los escépticos (es decir, que nada hay cierto ni verdadero) a todos los campos del conocimiento a los que puedan ser llevadas. Esto es, decide ejercer una duda metódica, esto es, sistemática, en todos los campos del conocimiento en los que pueda ser ejercida, y rechazar todo conocimiento en el que quepa un atisbo de duda. Así, debemos rechazar la información obtenida por los sentidos pues es fácil de descubrir que estos nos engañan con frecuencia.
En el texto a comentar aparece descrito otro momento de la duda, aquel que consiste en dudar de la realidad misma, dado que muchas veces pensamos y parecemos vivir las mismas cosas dormidos que despiertos, por lo que cabe preguntarse si nuestra vida no será un mero sueño, o, en todo caso, tan falsa como un sueño.
Pero ello nos lleva a descubrir que hay algo de lo que no podemos  dudar: de nuestra existencia como seres pensantes, pues para dudar de ello tenemos que pensar y, por lo tanto, que existir. De ese modo hemos descubierto un principio incuestionable, una verdad segura, sobre el cual fundamentar todo saber: «Pienso, luego existo».

Cuestión 2:
-pensamientos: El pensamiento es la actividad que caracteriza al alma, a la sustancia pensante. No obstante Descartes tiene una concepción muy amplia de lo que entiende por pensamiento. Para empezar el pensamiento se da de dos modos: como entendimiento y como voluntad. El entendimiento a su vez puede darse de tres modos en función de la relación del entendimiento con la imaginación: (1) Sentir: cuando el entendimiento recibe pasivamente los datos procedentes de la imaginación y de la memoria. (2) Imaginar: cuando el entendimiento es activo y trabaja con los datos de la imaginación. (3) Concebir: cuando el entendimiento actúa solo. La voluntad a su vez se da bajo varios modos, tales como desear, dudar, afirmar, negar, asentir o no asentir a los juicios.
-resolví fingir: Con esta expresión Descartes está haciendo referencia a la duda metódica, que es un procedimiento que consiste en dudar de todo para ver si es posible que algo quede en pie, que encontremos algo de lo que no se pueda dudar de ninguna forma. Si es así, habremos encontrado una evidencia, algo seguro a partir de lo cual reconstruir el saber. Dice que "resolví fingir", porque es una duda fingida, no real, sino hecha con la  pretensión de llevarla a cabo por método, sistemáticamente.
-ilusiones: Lo que parece real pero cuyo análisis desvela que no lo es. Descartes finge, hace como que lo real no son más que ilusiones, en un intento de llevar la duda a sus últimas consecuencias.
-verdad: Descartes entiende la verdad ante todo como certeza. Esto es, algo es verdadero si es evidente, si no se puede dudar de ello, y esto acontece cuando la razón elabora conceptos, principios, enunciados, que son acordes con su propia forma de operar y que se nos muestran como claros y distintos. Una vez descubiertas tales verdades, la existencia de Dios, entendido como ser perfecto, me garantiza que tales verdades (entendidas como certezas o evidencias) describen correctamente el mundo (o sea son también verdaderas en el sentido tradicional del término (se adecuan, concuerdan, con la realidad externa).
-escépticos: Escéptico es aquel que duda de todo, que no cree que se pueda fundamentar el conocimiento. El escepticismo fue una actitud típica de los sofistas antiguos, y en pleno periodo helenístico surgió una escuela filosófica conocida como los escépticos, por argumentar que no hay conocimiento posible. También será un escéptico Hume. Aquí Descartes usa el escepticismo (duda de todo) como un medio para superar el propio escepticismo, para alcanzar un principio incuestionable.
-primer principio: Ya habíamos visto al estudiar a Aristóteles que llamaba principios a aquello desde lo cual algo es o se conoce. Pues bien Descartes denomina aquí primeros principios a aquellas verdades que son el fundamento, la base, del conocimiento de cualquiera otra. El primer principio, el fundamento de todo conocimiento, es "Pienso, luego existo".

Cuestión 3: (A desarrollar).

Cuestión 4: VAMOS A COMPARAR A DESCARTES CON HUME.
Descartes es el fundador de una gran corriente de pensamiento conocida como racionalismo, que domina el panorama filosófico de la Europa continental de los siglos XVII y XVIII. Al mismo tiempo se desarrolla otra corriente de pensamiento en las islas británicas conocida como empirismo, fundada por Locke pero cuyo representante más destacado es Hume.
Pues bien, entre ambas corrientes de pensamiento, y entre la filosofía de ambos autores, hay similitudes y diferencias muy claras, sobre todo en lo que atañe a la fundamentación del conocimiento.
Entre las similitudes está el que ambos autores consideren que el ser de las cosas, su esencia, se da en la conciencia que conoce. Esto es, no accedemos a las cosas externas de un modo directo sino a través de las ideas de nuestra propia mente. Dicho de otro modo, no conocemos como es la realidad en misma, sino a través de nuestras propias ideas. Esto hace de ambos autores pensadores idealistas (o subjetivistas).
Ambos autores consideran que la verdad es, ante todo, certeza, imposibilidad de dudar.
Ambos autores ponen como núcleo del pensamiento filosófico a la teoría del conocimiento, a la epistemología o gnoseología.
Pero a partir de aquí comienzan las diferencias:
Descartes considera que los primeros principios del conocimiento han de ser establecidos por la razón, sin intervención de los sentidos. Esto es, Descartes considera que solo hay certeza allí donde el entendimiento construye sus propias ideas sin intervención exterior. Hume, por el contrario, considera que solo podemos tener certeza cuando el sujeto permanece pasivo y se limita a recibir las impresiones tal como le llegan.
A las verdades construidas por la razón sin ayuda externa les llama, Descartes, ideas innatas o conceptos, y constituyen el principio sobre el que asentar todo nuestro conocimiento. Hume niega que existan verdades innatas, toda idea tiene que proceder de una impresión o carecerá de significado.
Descartes considera que las matemáticas constituyen el modelo de saber por excelencia, por ser una ciencia construida en exclusiva por el entendimiento, por la razón. Hume considera que las ideas de las matemáticas no proceden, efectivamente, de las impresiones, sino que son meras definiciones. Por ser tales no responden a nada real y no describen el mundo sino solamente cómo funciona nuestro pensamiento. Para Hume por el contrario la ciencia por excelencia es la física, en tanto se atiene a lo dado por la experiencia.
Descartes defiende el método sintético-deductivo, entendiendo por tal aquel que construye un saber complejo a partir de lo simple. Hume niega validez a cualquier método de conocimiento. El conocimiento se basa en el convencimiento, en la creencia, engendrada por la costumbre. No hay por ello forma de fundamentar el saber. Por lo que Hume es un escéptico. Según Hume, ni siquiera podemos estar seguros de que las ideas que dejan en nuestra mente las impresiones responden a algo real. No podemos conocer como son las cosas en sí, sino únicamente las cosas tal como se nos muestran, los fenómenos.

Vinculado a su teoría del conocimiento Descartes desarrolla un sistema metafísico: el intento de fundamentar el conocimiento nos lleva al descubrimiento, en primer lugar, de la sustancia pensante o alma, posteriormente de la sustancia infinita o Dios, para concluir con el descubrimiento de la sustancia extensa o mundo. Por el contrario, a partir de su teoría del conocimiento Hume lleva a cabo una crítica de la metafísica, negando en primer lugar, que se pueda fundamentar el principio de causalidad y el segundo lugar que se pueda llegar al conocimiento de cualquier tipo de sustancia.

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