NIETZSCHE: Así habló Zaratustra. De las tres transformaciones.
«Tres transformaciones
del espíritu os menciono: cómo el espíritu se convierte en camello, y el
camello en león, y el león, por fin, en niño.
Hay muchas cosas pesadas para
el espíritu, para el espíritu fuerte, paciente, en el que habita la veneración:
su fortaleza demanda cosas pesadas, e incluso las más pesadas de todas.
¿Qué es pesado? Así pregunta el
espíritu paciente, y se arrodilla igual que el camello, y quiere que se
le cargue bien. […]
Pero en lo más solitario del
desierto tiene lugar la segunda transformación: en león se transforma
aquí el espíritu, quiere conquistar su libertad como se conquista una presa, y
ser señor de su propio desierto.
Aquí busca a su último señor:
quiere convertirse en enemigo de él y de su último dios, con el gran dragón
quiere pelear para conseguir la victoria.
¿Quién es el gran dragón, al
que el espíritu no quiere seguir llamando señor ni dios? «tú debes» se llama el
gran dragón. Pero el espíritu del león dice «yo quiero». […]
Pero decidme hermanos míos,
¿qué es capaz de hacer el niño que ni siquiera el león ha podido
hacerlo? ¿Por qué el león rapaz tiene que convertirse todavía en niño?
Inocencia es el niño, y olvido, un nuevo
comienzo, un juego, una rueda que se mueve por sí misma, un primer movimiento,
un santo decir sí.»
F. Nietzsche: Así habló Zaratustra, p. 49. Alianza
Editorial S. A. Madrid, 1984
CUESTIONES:
1.
Sitúe el texto en su contexto histórico-filosófico, identifique el problema a
que responde y su temática, y exponga la o las tesis que sustenta y los
argumentos que emplea. (Valoración 0-2,5 puntos).
2. Analice y explique el significado de los términos o expresiones
subrayados en el texto y muestre su sentido. (Valoración 0-2,5 puntos)
3. La genealogía de la moral: moral de esclavos y moral de señores. (Valoración
0-2,5 puntos)
4. Exponga las relaciones de semejanza o diferencia de Nietzsche con otro
autor o corriente filosófica. (Valoración 0-2,5 puntos.)
Cuestión
1:
● Nietzsche es un pensador que
vive en la segunda mitad del siglo XIX. Su obra está fuertemente influida por Schopenhauer, Richard Wagner y el pensamiento griego antiguo.
De Schopenhauer toma la concepción
trágica de la vida pero invirtiendo la valoración que hace de esta, de
modo que frente al pesimismo trágico de Schopenhauer Nietzsche defiende lo que
podríamos denominar un optimismo trágico.
Ese optimismo trágico creyó
descubrirlo Nietzsche en el pensamiento griego antiguo, donde, pese a que la
vida es identificada como devenir, tensión, conflicto, lucha, transformación,
eso no lleva a los griegos antiguos a renegar de la existencia, sino a
transfigurarla bajo la óptica del arte.
Finalmente el concepto de obra
de arte total que Wagner aplicaba a su concepción de la opera le
inspirará a Nietzsche la concepción de la vida como arte y su metafísica del artista: el arte es más
adecuado que la ciencia para expresar la vida, pues la ciencia reduce todo a
concepto, y, en último término, a concepto matemático, lo que fosiliza lo vivo.
Mientras que el arte convive con la tensión, con el conflicto, no los
destierra, no los esconde. El arte se vale de la metáfora, de la insinuación,
de la emoción, por lo que admite una interpretación siempre viva y renovada.
El
pensamiento de Nietzsche, despreciado en principio por la filosofía oficial,
tiene una gran acogida entre el mundo artístico (novelistas, poetas e, incluso,
músicos), ejerciendo una gran influencia sobre escritores como Thomas
Mann, Hermann Hesse, Robert Musil, André Gide, Rilke,
etc. Más tarde será sucesivamente apropiado, con finalidades políticas,
por anarquistas, nacionalsocialistas, cierta derecha aristocratizante,
etc. A partir de los años 60 del pasado siglo ha quedado plenamente integrado
dentro del pensamiento filosófico occidental como uno de sus más lúcidos
críticos.
●● El texto esta sacado de lo
que para muchos es la obra cumbre de Nietzsche. En dicha obra Nietzsche recurre
a Zaratustra para transmitir algunas
de las propuestas fundamentales de su doctrina: la idea del superhombre, el eterno retorno de lo mismo, la muerte
de Dios y la concepción de la vida como voluntad de poder.
Zaratustra fue un profeta
persa, que vivió en el siglo VI a. C., fundador del mazdeísmo, la primera
religión que interpreta la historia del universo como una lucha entre el bien y
el mal. Nietzsche echa mano de este legendario profeta persa porque «ya que fue
el primero en interpretar el mundo en clave moral será también el primero en
reconocer su error y situarse más allá del bien y del mal».
● En este capítulo, titulado «De
las tres transformaciones», Nietzsche, por boca de Zaratustra, muestra,
mediante metáforas, la transformación del hombre histórico, el hombre
religioso, el hombre moral, en superhombre.
● El hombre que se ha
desarrollado históricamente en la civilización occidental es fruto de la moral
y la metafísica. Por moral entiende
Nietzsche aquella doctrina de los valores que ponen como buenos a los valores
que debilitan al hombre, que lo hacen sumiso (a las iglesias, al futuro, al
deber). Esta moral, a la que Nietzsche llama moral de esclavos, nace de los individuos débiles, incapaces de
asumir el devenir, el carácter trágico de la existencia. Por metafísica entiende aquel tipo de
filosofía que divide el mundo en mundo
sensible y mundo suprasensible,
y que pone el ser, la verdad y el bien del lado del suprasensible, con lo que
el mundo sensible queda devaluado.
Pues bien, el camello representa para Nietzsche al
hombre cristiano-occidental, que se
hace finalmente kantiano, el hombre
que carga con la moral del deber a cuestas. Este hombre sufre la primera
transformación cuando rechaza esta moral de la renuncia, del resentimiento
frente al mundo y del deber para sustituirlo por la libertad de la voluntad.
Esto es lo que simboliza el león.
Que, según algunos intérpretes, podría representar al hombre ilustrado. Aunque, parece más probable que simbolice
simplemente al nihilista activo, al
nihilismo en su aspecto positivo, que rechaza los antiguos valores en nombre de
la libertad de la voluntad (yo quiero frente al tú debes). Finalmente la
tercera transformación, simbolizada por el niño,
representa al superhombre. Representa
un nuevo comienzo, un comienzo donde predomina la inocencia (la desculpabilización
de toda creación, de toda obra humana, del mundo en general), y el olvido (es
decir, la ruptura radical con la historia de occidente, un nuevo comienzo sin
ataduras del pasado).
El niño trae consigo “un santo
decir sí”, es decir, la afirmación de la vida, aquí, en la tierra, la
afirmación del devenir (simbolizado como juego). Simboliza al hombre que ya no
está resentido frente al mundo, frente a la vida.
Cuestión
2:
-transformaciones: en general podemos decir que
Nietzsche defiende una concepción dinámica de la realidad. Se puede considerar
un seguidor contemporáneo de Heráclito. Ensalza el devenir, el cambio, lo
sensible.
Aquí se centra en el devenir
del ser humano. Nietzsche dice que lo que valora del hombre es que es un
tránsito hacia el superhombre. El hombre, tal como ha sido configurado por la
civilización cristiano-occidental, el hombre moral, cargado de resentimiento
hacia el mundo físico, material, hacia la tierra, debe ser superado,
transformarse. Aquí narra esa transformación a partir de una metáfora: el
camello se transforma en león y el león en niño.
También se puede ver tras esa
idea una crítica a la idea kantiana de que el hombre es un fin es sí mismo. Por
el contrario, Nietzsche ve en el hombre solo un medio hacia el superhombre.
-camello: simboliza al tipo de hombre que se impone a partir del
Platón y el cristianismo, hombre sometido a la moral, que culmina con la ética
kantiana del deber. Por eso dice que el «tú debes» es el dragón al que debe
enfrentarse el león. El camello es un animal de carga, con el Nietzsche
simboliza el hombre que carga con la moral del resentimiento frente a la vida, con
la moral del deber. Simboliza al hombre humilde, resignado, paciente, que ha
propiciado esa moral. Simboliza también al hombre religioso, que se humilla
ante su dios.
-león: el león representa al hombre
crítico, que se libra de esa moral de esclavos, esa moral que es una carga que
le viene impuesta. El león antepone su voluntad a la carga que le impone la
moral del deber. El león puede simbolizar también el nihilismo en su aspecto
positivo, activo, el nihilismo que lleva a negar valor a los valores
tradicionales, y que prepara el terreno para un nuevo comienzo.
-niño: el niño significa un nuevo
comienzo. Con el niño Nietzsche pretende simbolizar el nuevo hombre, el
superhombre, caracterizado por la inocencia, esto es, por estar más allá de la
moral, más allá del bien y del mal, y por la creación. Al igual que el niño
juega, y se afirma a sí mismo a través del juego, el superhombre se afirma a sí
mismo a través de la creación que ya no está atada a nada, ni a la moral, ni
siquiera a la memoria (a la historia), por eso dice que el niño es olvido.
-inocencia: con este término Nietzsche
pretende describir el estado del hombre que se sitúa más allá de la moral, más
allá del bien y del mal. Al hombre que se ha desembarazado de toda “culpa”, y
que ha desembarazado de culpa al mundo material, terrenal, físico. De modo que
ya no puede ser juzgado desde fuera, desde un supramundo: el mundo de las Ideas
platónico, o el Dios cristiano.
Cuestión
3: (A desarrollar).
Cuestión
4: (A desarrollar).
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