martes, 1 de septiembre de 2015

HUME: Compendio del Tratado de la naturaleza humana, &7.

«La primera proposición que adelanta es que todas nuestras ideas, o percepciones débiles, son derivadas de nuestras impresiones o percepciones fuertes, y que jamás podemos pensar en cosa alguna que no la hayamos visto fuera de nosotros o sentido en nuestras mentes. Esta proposición parece ser equivalente a la que el señor Locke se ha empeñado con tanto esfuerzo en establecer, esto es, que no hay ideas innatas. Solo se puede señalar como una inexactitud de este famoso filósofo que comprende todas nuestras percepciones bajo el término idea, en cuyo sentido es falso que no tengamos ideas innatas. Pues es evidente que nuestras percepciones más fuertes o impresiones son innatas, y que la afección natural, el amor a la virtud, el resentimiento y todas las otras pasiones surgen inmediatamente de la naturaleza. Estoy persuadido de que quienquiera que considere la cuestión bajo este aspecto será fácilmente capaz de reconciliar todas las partes. El padre Male­branch tendría dificultad en señalar un solo pensamiento de la mente que no represente algo anteriormente sentido por ella, sea internamente, sea por medio de los sentidos externos; y tendría que admitir que, aunque podamos combinar, mezclar y aumentar o disminuir nuestras ideas, todas ellas son derivadas de estas fuentes. El señor Locke, por otra parte, reconocería gustoso que todas nuestras pasiones son una clase de instintos naturales, que no derivan de otra cosa que de la constitución original de la mente humana.»
CUESTIONES:
1. Sitúe el texto en su contexto histórico-filosófico, identifique el problema a que responde y su temática, y exponga la o las tesis que sustenta y los argumentos que emplea. (Valoración 0-2,5 puntos).
2. Analice y explique el significado de los términos o expresiones subrayados en el texto y muestre su sentido. (Valoración 0-2,5 puntos).
3. Hume: la crítica a la noción de sustancia y causalidad. (Valoración 0-2,5 puntos).
4. Exponga las relaciones de semejanza o diferencia de Hume con otro autor o corriente filosófica. (Valoración 0-2,5 puntos).

Cuestión 1:
● Hume es el más destacado representante de la corriente empirista, que fue la corriente filosófica dominante en las Islas Británicas durante los siglos XVII y XVIII, mientras en la Europa continental triunfaban los planteamientos racionalistas.
La influencia de Hume se hará notar en numerosos pensadores posteriores, por ejemplo, en Kant, en el siglo XIX en el movimiento utilitarista, y ya en el siglo XX en la filosofía analítica.
El texto pertenece al Compendio del Tratado de la Naturaleza Humana, un resumen, escrito en tercera persona, del Tratado de la naturaleza humana, la obra más importante de Hume.
En esta obra Hume, siguiendo el principio de que todo conocimiento comienza por las impresiones, y de que no hay idea que no tenga en su origen una impresión, concluirá defendiendo una concepción fenomenista de la realidad (no se puede conocer la realidad “en sí” sino tal como se me aparece) y una posición escéptica ante el conocimiento (no se pueden fundamentar las leyes universales y necesarias de la ciencia dado que todo conocimiento es particular, y no hay método que nos permita pasar de lo particular a lo universal). Igualmente, siguiendo el punto de partida empirista, defenderá en esta obra una ética emotivista (los juicios morales surgen de nuestros estados internos, nuestras impresiones de reflexión o sentimientos).
● En este texto aparecen dos tesis claras: (1) Que todas las ideas proceden de las impresiones, por lo que no hay ideas innatas. (2) Que la disputa acerca del innatismo entre ciertos filósofos racionalistas (como Malebranche) y empiristas (como Locke) surgen de que usan de una manera confusa el término idea, no diferenciando entre ideas e impresiones.
● Con respecto al primer punto Hume argumenta que no hay ideas elaboradas por el entendimiento solo, tal como afirmaban Descartes y los demás filósofos racionalistas (Spinoza, Leibniz, Malebranche, etc.). Esto constituye el punto de partida del pensamiento empirista. Para Hume tal punto de partida se fundamenta en que solo la impresión correspondiente puede dotar de significado a una idea, pues una idea que no podamos explicar remitiéndola a una impresión será confusa o directamente ininteligible. Tal sucede, por ejemplo, con ideas de larga tradición filosófica, como las de esencia o sustancia, que, al no poder indicar de qué impresiones proceden, carecerán, según Hume, de significado.
Con respecto al segundo punto Hume argumenta lo siguiente: Locke, que es el fundador de la corriente filosófica conocida hoy como empirismo (empirismo idealista moderno), afirmaba, ya antes que Hume, que no hay ideas innatas. No obstante Hume considera que Locke comete una imprecisión que hay que corregir. Ello se debe a que Locke denomina idea a todo aquello que Hume llama percepción. Es decir, Locke llama ideas tanto a lo que Hume llama impresiones como a lo que Hume llama propiamente ideas. Si lo entendemos así, entonces Locke no tiene razón, porque algunas de las cosas que Locke llama ideas sí son innatas. En concreto, algunas de nuestras pasiones (amor, resentimiento, etc.) son innatas dado que surgen de la propia naturaleza humana, son una especie de instintos. Una vez establecida esta precisión, diferenciando entre impresiones e ideas, Hume cree que Locke podría aceptar fácilmente que algunas impresiones son innatas.
Malebranche es un filósofo racionalista que, al igual que Locke, llama ideas a todo aquello que Hume llama percepciones (tal como hacían también otros filósofos racionalistas como Descartes). Como racionalista Malebranche defendía que el entendimiento tiene la capacidad espontánea de generar ideas, a las que denomina, al igual que Descartes, ideas innatas o conceptos. Pues bien, Hume cree que, una vez precisada la distinción entre impresiones e ideas, se podría estar de acuerdo con Malebranche en que algunas de las cosas que él denominaba ideas (las pasiones anteriormente mencionadas) son innatas, pero que el propio Malebranche no podría señalar ningún pensamiento (idea en el sentido de Hume) que surja al margen de las impresiones.

Cuestión 2:
-ideas: son copias o huellas derivadas de las impresiones cuando estas han desa­pa­re­cido; por lo que no aportan ningún contenido de conoci­miento nuevo que no haya sido da­do por la impresión correspondiente. No hay, por lo tanto, ideas innatas. Las ideas se diferencian de las impresiones en que son más débiles que estas; y pueden aparecer en un orden tem­poral distinto. Hume diferencia entre ideas simples e ideas complejas. Las ideas simples surgen directamente de las impresiones. Las ideas complejas se forman a partir de las ideas simples y las impresiones mediante las tres leyes de asociación (contigüidad espacio-temporal, semejanza y causalidad).
-percepciones débiles: Las percepciones son los contenidos de la mente y los actos mediante los que se presentan esos contenidos. Las percepciones son de dos tipos: impresiones e ideas. Hume llama a las ideas “percepciones débiles” porque son menos intensas que las impresiones. A modo de ejemplo, si me pincho (impresión) recibo una estimulación fuerte acompañada de dolor. Cuando más tarde recuerdo el pinchazo (idea) la estimulación es, obviamente, mucho menor.
-impresiones: son los actos inmediatos de la experiencia. La experiencia puede ser ex­terna o interna, por lo que hay dos tipos de impresiones: impresiones de sensación, e im­pre­siones de reflexión. Me­diante las impresiones de sensación conocemos las cua­li­dades de los objetos del mundo exterior (colores, olores, sabores, etc.). Mediante las impresiones de reflexión conocemos nues­tros estados de conciencia (estados internos tales como temor, angustia, ira, amor, agrado, desagrado, etc.).
-percepciones fuertes: Hume denomina así a las impresiones, para diferenciarlas de las ideas, a las que denomina percepciones débiles o desvaídas. Les llama percepciones “fuertes” porque son percepciones en las que se está recibiendo una estimulación directa, y por lo tanto más intensa, que en el caso de las ideas.
-ideas innatas: Descartes, y los racionalistas en general, denominan así a las ideas construidas por el propio entendimiento, sin que intervengan en ello los datos de los sentidos. Por esta razón tal tipo de ideas estará desprovisto de cualidades (al no proceder de los sentidos no habrá en ellas color, olor, textura, sabor, sonido, etc.). A este tipo de ideas Descartes les llama también conceptos (que serán básicamente nociones matemáticas, pues tales nociones no van asociadas a cualidades: colores, olores, etc.). Hume, y en general los empiristas, rechazan que existan tales ideas innatas. Para Hume toda idea surge de alguna impresión, pues de no ser así tal idea carecería de sentido.

Cuestión 3: (A desarrollar).


Cuestión 4: (Véase Descartes y Kant).

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